Escuchar las palabras "tienes cáncer" es indescriptible. El miedo que se instala casi de inmediato es abrumador, incluso para las y los más fuertes de nosotros.

No dejé que el cáncer me definiera. Decidí definirlo en mi vida. Ya estaba luchando contra el VIH y había sobrevivido a un intento de suicidio cuando me tiré al Océano Índico. Por lo tanto, sabía que esto era solo otro obstáculo. Claro, no sucedió de inmediato. Fueron necesarios años de autorreflexión y trabajo para cambiar la forma en que percibía el cáncer en mi vida.

Todo amor comienza y termina ahí. Como madre, nunca estás sola en tus pensamientos. En mis momentos de tranquilidad, pienso en mis dos hijos, Jack y James, que murieron a los 2 y 7 meses respectivamente, debido a complicaciones relacionadas con el VIH.

Afortunadamente, ahora contamos con programas de prevención de la transmisión maternoinfantil del VIH, por lo que las madres VIH positivas pueden tener bebés VIH negativos. Sin embargo, las barreras existen y son la discriminación, la falta de apoyo, de confidencialidad y de detección del VPH. Además, los medicamentos antirretrovirales para lactantes no están fácilmente disponibles en la mayoría de los centros de salud.

Los elefantes son los animales terrestres más grandes y únicos. Tienen troncos característicamente largos, orejas grandes y caídas y patas anchas. Lo más notable es que tienen la piel gruesa. Conquisté al cáncer 3 veces, lo que me ha dado "una piel gruesa" también. No tengo miedo de enfrentar ningún desafío.

También me doy cuenta de que no puedo transitar esta situación en soledad y, por lo tanto, pertenezco a grupos de apoyo a pacientes para el apoyo psicosocial y la creación de redes. Sin embargo, el mayor desafío es el costo del tratamiento que la mayoría necesitamos para controlar nuestras condiciones.

El cáncer me dejó cicatrices de por vida, que no siempre son visibles. Por ejemplo, tengo que caminar con una bolsa especial conocida como bolsa de colostomía que recolecta mis heces. Necesito al menos dos al día y cada una cuesta $10 dólares.

Puedo conseguir antirretrovirales gratis. Sin embargo, cada vez que contraigo una infección, tengo que pagar el tratamiento por separado, lo cual es costoso.

Estoy revelando esto no porque quiera que sientan lástima, sino para recordarles que la atención médica puede ser muy costosa.

Hago que mi experiencia de primera mano de vivir con cáncer y el VIH cuente todos los días. Esto es importante porque los enfoques integrados para la prevención y el manejo de la multimorbilidad pueden reducir el enfoque aislado, único para todas las personas, y garantizar un tratamiento y el cuidado necesario.

En consonancia con el Principio de la GIPA y con el Marco de la OMS sobre servicios de salud integrados centrados en las personas, las personas que viven con el VIH y ENT deben participar de manera significativa en la planificación, implementación y seguimiento de todas las intervenciones de salud.

Juntos, juntas podemos construir un mundo en el que héroes como nosotros están en lo correcto.