Como mujer en un país en desarrollo, crecer con diabetes tipo 1 es muy parecido a caminar por la cuerda floja, con ropa de circo, encandilada, toda la vida. Al igual que en la foto, hay grietas obvias en nuestra sociedad y sistema de salud y grandes brechas donde debería haber apoyo, y comunidades para facilitar la transición de un diagnóstico a la nueva normalidad. El Círculo Azul se considera el símbolo internacional de la diabetes y en Blue Circle Diabetes Foundation nos esforzamos por incluir a todas las personas en nuestro círculo de apoyo y atención. Un personaje de una serie de ciencia ficción dijo, y cito: “Algunas personas optan por ver la fealdad de este mundo. El desorden. Yo elijo ver la belleza". Y puedo agregar que también elijo hacer una pequeña diferencia.

Después de dos años de realizar carreras de 5km en nuestra comunidad, nunca imaginé un mes sin una reunión de amigos de nuestras comunidades locales de diabetes, en nuestros distintos capítulos. Han pasado más de ocho meses desde que nos conocimos o corrimos juntos. Me doy cuenta de la importancia de la camaradería comunitaria para mí y para otras personas como yo.

Todas las personas, incluidos los grupos marginados, merecen el derecho a la salud y a una vida digna, sin estigma ni soledad. La pérdida de vidas debido a la fractura del sistema de salud pública es absolutamente inaceptable. Las personas que viven con ENT merecen humanidad y acceso a tratamiento, apoyo y atención asequibles para controlar sus condiciones independientemente de su raza, casta, clase, pobreza, etc.La ausencia de estos conceptos básicos crea una carga de salud mental insuperable además de una enfermedad física crónica. La atención de la diabetes, las complicaciones y la depresión están estrechamente relacionadas. La línea de ayuda de Buddy Project de nuestra ONG es un sistema de apoyo de pares multilingüe, dirigido por la comunidad y basado en una aplicación telefónica para las personas que viven con diabetes, y sus cuidadores.

Uno de nuestros objetivos como personas que vivimos con ENT (y en general como seres humanos) no es solo sobrevivir, sino también prosperar, florecer y ser la mejor versión de nosotros mismos. Con un tratamiento, atención y apoyo adecuados y asequibles, podemos llevar una vida digna y contribuir a la sociedad. Las personas que viven con ENT merecemos ser escuchadas y debemos participar en algo más que actividades simbólicas. Las experiencias vividas y las voces de las personas que viven con ENT deben integrarse en la formulación e implementación de políticas. Más de 77 millones de personas en la India viven con diversas formas de diabetes y merecen tener una voz.

El derecho a la salud es un derecho humano, especialmente relevante en la conversación sobre las ENT. La esperanza es poder ver que hay luz a pesar de tanta oscuridad.